Es la principal labor como arquitecto técnico y la desarrollamos profesionalmente para garantizar el cumplimiento de las funciones que la Ley de Ordenación de la Edificación nos asigna: “dirigir la ejecución material de la obra y de controlar cualitativa y cuantitativamente la construcción y la calidad de lo edificado”.

Antes de empezar la obra, ya sea obra nueva o rehabilitación, se analizará el proyecto y los procesos ejecutivos necesarios, acompañando y guiando al promotor en todo el proceso, desde la solicitud de licencia de obra hasta la elección de la empresa constructora.

Además de actuar como interlocutor entre el promotor y la empresa constructora durante la obra, se supervisará y registrará meticulosamente los diferentes procesos de ejecución, los materiales utilizados y los resultados de los ensayos de cada unidad de obra. Informando regularmente a la propiedad sobre el avance del proyecto y el control financiero correspondiente.